miércoles, 12 de septiembre de 2012

8. Origen, naturaleza y consecuencias del pecado.

Por: Bruce R. Marino.

Las enseñanzas de la Biblia acerca del pecado presentan un profundo panorama doble: la profunda depravación de la humanidad y la incomparable gloria de Dios. El pecado ensombrece todos los aspectos de la existencia humana, seduciéndonos desde el exterior como un enemigo y forzándonos desde el interior como parte de nuestra naturaleza humana caída. En esta vida conocemos el pecado íntimamente; con todo, permanece extraño y misterioso. Promete libertad, pero esclaviza, produciendo anhelos que no podemos satisfacer. Mientras mis luchemos por escapar de sus garras, más inextricablemente nos ata. La comprensión del pecado nos ayuda en el conocimiento de Dios; sin embargo, es lo que distorsiona el conocimiento, incluso de nosotros mismos. Con todo, si la luz de la iluminación divina puede penetrar su oscuridad, no só1o podemos apreciar mejor esa oscuridad, sino también la luz misma.

Vemos la importancia práctica que tiene el estudio del pecado cuando notamos su seriedad. El pecado es contrario a Dios. Afecta a toda la creación, incluyendo a la humanidad. Aun el pecado mis pequeño puede acarrear un castigo eterno. El remedio al pecado es nada menos que la muerte de Cristo en la cruz. Las consecuencias del pecado abarcan todo el terror del sufrimiento y la muerte. Por ultimo, la oscuridad del pecado exhibe la gloria de Dios en un contraste marcado y terrible.

Es posible comprender la importancia que tiene el estudio de la naturaleza del pecado en su relación con otras doctrinas. El pecado distorsiona todo conocimiento y arroja dudas sobre él. Al defender la fe cristiana, batallamos con el dilema ético de cómo es posible que exista el mal en un mundo gobernado por un Dios que es todo bondad y todo poder.

El estudio de la naturaleza de Dios debe tener en cuenta el providencial control de Dios sobre un mundo maldito por el pecado. El estudio del universo debe describir un universo que fue creado bueno, pero que actualmente gime por su redención. El estudio de la humanidad debe relacionarse con una naturaleza humana que se ha convertido en grotescamente inhumana e innatural. La doctrina sobre Cristo se enfrenta a la pregunta de cómo la naturaleza plenamente humana del Hijo de Dios nacido de una virgen puede estar totalmente libre de pecado. El estudio de la salvación debe señalar no sólo para que fue salvada la humanidad, sino también de que fue salvada. La doctrina sobre el Espíritu Santo debe tener en cuenta la convicción y la santificación a la luz de una carne pecaminosa. La doctrina sobre la Iglesia debe modelar un ministerio a una humanidad distorsionada por el pecado, tanto dentro como fuera de la Iglesia. El estudio de los últimos tiempos debe describir, y hasta cierto punto defender, el juicio de Dios sobre los pecadores, al mismo tiempo que proclama el final del pecado. Por ultimo, la teología práctica debe tratar de evangelizar, aconsejar, educar, gobernar a la Iglesia, afectar a la sociedad y animar a la santidad a pesar del pecado.

No obstante, el estudio del pecado es difícil. Es repulsivo, porque se centra en la burda fealdad del pecado abierto y extendido, y el sutil engaño del pecado personal y secreto. La sociedad post-cristiana de hoy reduce el pecado a sentimientos o acciones, ignorando o rechazando por completo la maldad sobrenatural. Lo más insidioso de todo, es que el estudio del pecado es frustrado por la naturaleza irracional del pecado mismo.

El número de conceptos extrabíblicos sobre el pecado es legión. A pesar de que no sean bíblicos, estudiarlos es importante por las razones siguientes: para pensar más clara y bíblicamente sobre el cristianismo; para defender más acertadamente la fe y para criticar otros sistemas; para evaluar más críticamente las nuevas psicoterapias, los programas políticos, los sistemas educativos y cosas semejantes, y para ministrarles más eficazmente a creyentes y no creyentes que puedan sostener estos puntos de vista no bíblicos, u otros similares.

Apoyándose en el existencialismo de Soren Kierkegaard, muchas teorías sostienen que los humanos están atrapados en un dilema cuando sus capacidades limitadas son inadecuadas para satisfacer las posibilidades y decisiones virtualmente ilimitadas de sus percepciones e imaginaciones. Esta situación produce tensión o ansiedad. El pecado es el inútil intento por resolver esta tensión a través de medios inadecuados, en lugar de aceptarla de manera pesimista, o, en las versiones cristianas, volverse hacia Dios.

En un desarrollo más radical, algunos sostienen que la existencia individual es un estado pecaminoso, porque las personas están alienadas con respecto a la base de la realidad (definida con frecuencia como "dios") y también entre sí. Podemos encontrar este tema en una forma temprana en Filón, el filósofo judío de la antigüedad. Actualmente lo expresan teólogos liberales como Paul Tillich, y se halla dentro de muchas formas de religión oriental y del pensamiento de la Nueva Era.

Algunos creen que el pecado y la maldad no son reales, sino simples ilusiones que se pueden vencer por medio de una percepción correcta. La Ciencia Cristiana, el hinduismo, el budismo, el pensamiento positivo de cierto cristianismo popular, buena parte de la psicología y diversos aspectos del movimiento de la Nueva Era resuenan con este punto de vista.

También se ha entendido el pecado como el remanente sin evolucionar de unas características animales primarias, como la agresividad. Los que sostienen este punto de vista afirman que el relato de Edén es en realidad un mito acerca del desarrollo del entendimiento moral y de la conciencia, y no una caída.

La teología de la liberación ve el pecado como la opresión de un grupo social por otro. Combinando con frecuencia las teorías económicas de Carlos Marx (que hablan de la lucha de clases del proletariado contra la burguesía, en la que terminal triunfando el proletariado) con temas bíblicos (como la victoria de Israel sobre la esclavitud de Egipto), los teó1ogos de la liberación identifican a los oprimidos con términos económicos, raciales, de género y otros más. Se elimina el pecado al hacer desaparecer las condiciones sociales que causan la opresión. Los extremistas abogan por el derrocamiento violento de los opresores que no se puedan redimir, mientras que los moderados insisten en el cambio a través de la acción social y la educación.

Entre las ideas más antiguas sobre el pecado, se halla el dualismo, la creencia de que existe una lucha entre unas fuerzas preexistentes (virtuales o reales) e iguales, o dioses del bien y del mal. Estas fuerzas cósmicas y su batalla causan la pecaminosidad en la esfera de lo temporal. Con frecuencia, la materia, que es mala (en especial la carne), o bien lleva en sí el pecado, es en realidad el pecado, y debe ser derrotada. Esta idea aparece en las religiones antiguas del Medio Oriente, como el gnosticismo, el maniqueísmo y el zoroastrismo. En muchas versiones del hinduismo y el budismo, y en su derivación de la Nueva Era, se reduce la maldad a una necesidad amoral.

Parte de la teología moderna ve a "dios" como finito, e incluso en plena evolución moral. Mientras no se llegue a controlar el lado oscuro de la naturaleza divina, el mundo sufrirá el mal. Esto es típico de la mezcla que hace la teología del proceso entre la física y el misticismo oriental.

Buena parte del pensamiento popular, el cristianismo mal informado, el Islam y muchos sistemas moralistas sostienen que el pecado sólo consta de acciones voluntarias. Las personas son moralmente libres y, sencillamente, toman decisiones libres; no hay nada que se parezca a una naturaleza de pecado; sólo sucesos reales de pecado. La salvación consiste sencillamente en ser mejor y hacer el bien.

El ateísmo sostiene que el mal no es más que parte de lo que sucede al azar en un cosmos sin Dios. Rechaza el pecado, la ética sólo es cuestión de preferencias, y la salvación consiste en el auto avance humanista.

Aunque muchas de estas teorías parezcan tener cierta profundidad, ninguna considera a la Biblia como una revelación plenamente inspirada. Las Escrituras enseñan que el pecado es real y personal; se originó en la caída de Satanás, quien es personal, malvado y active; y a través de la caída de Adán, el pecado se extendió a una humanidad creada buena por un Dios totalmente bueno.

LOS COMIENZOS DEL PECADO.

El pecado original: un análisis bíblico.
  • La solidaridad
  • La corrupción
  • La pecaminosidad de todos
  • La sujeción al castigo
  • La salvación en la niñez
  • El paralelo entre Adán y Cristo
  • No todos como Adán
  • El pecado de un solo hombre
  • La maldición del suelo
  • La ausencia de pecado en Cristo
  • La justicia de Dios

El pecado original: un análisis teológico.
  • Conceptos judíos
  • El agnosticismo
  • El pelagianismo
  • El semipelagianismo
  • La transmisión natural o genética
  • La atribución mediatizada
  • El realismo
  • El federalismo
  • Una teoría integrada

LA EXISTENCIA Y DEFINICIÓN DEL PECADO.

LAS CARACTERISTÍCAS DEL PECADO

LA FUERZA Y EXTENSION DEL PECADO

LAS CONSECUENCIAS DEL PECADO


PREGUNTAS DE ESTUDIO..
  1. ¿Por qué es importante el estudio del pecado, y qué dificultades encuentra?
  2. Identifique, describa y analice los principales puntos de vista extrabíblicos sobre el pecado y el mal.
  3. ¿Cuáles fueron la naturaleza y la significación de la caída de Adán?
  4. ¿Cuáles son los temas bíblicos relevantes en el estudio del pecado original?
  5. ¿Cuáles son los puntos fuertes y los puntos débiles en cada una de las teorías principales sobre el pecado original?
  6. ¿Cómo puede existir el mal, siendo así que Dios es bueno y poderoso?
  7. ¿Cuál es la esencia del pecado? Presente apoyo bíblico.
  8. ¿Cuáles son las características principales del pecado? Identifíquelas y estúdielas.
  9. Señale algunas de las categorías principales de pecados. Estúdielas brevemente.
  10. Comente el problema del pecado imperdonable. Sugiera las preocupaciones de tipo pastoral, y la forma en que usted se enfrentaría a ellas.
  11. Estudie la extensión del pecado. Presente apoyo bíblico
  12. Describa las consecuencias del pecado. Dé atención especial al tema de la muerte


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